El martes 2 de Agosto por la tarde, vuelvo a Media Markt
para intentar de nuevo que me cambien el portátil, pero sorpresa... me lo
deniegan por segunda vez, alegando distintas razones que van cambiando a lo
largo de mi conversación con ellos, sin un criterio fijo.
Soy atendido por un empleado del servicio postventa. Tras explicarle
el problema, se aleja del mostrador, hasta donde no puedo verlo. Al cabo de
varios minutos vuelve y me dice que no puede realizar el cambio debido a que el
portátil había sido usado. Intento aclararle que eso no es verdad, incluso
llego a encender el portátil delante de sus narices para mostrarle la pantalla de instalación de Windows 7, prueba de que de que no ha sido utilizado.
Mis explicaciones son inútiles, está claro que cuando se
alejó del mostrador, recibió instrucciones específicas sobre como atenderme. No
acepta mi aclaración y, sin intentar rebatirla de ninguna forma, simplemente me vuelve a
decir lo mismo. Esta situación se repetirá continuamente a lo largo de mi
conversación con los empleados del servicio postventa. En todo momento se ciñen
a un guión preestablecido y bien aprendido, de modo, que cada vez que pregunto
algo a lo que no les conviene contestar, cambian de tema, por lo
que no hay posibilidad real de interactuar. Es una situación muy frustrante,
que puede hacerte perder los nervios y la paciencia muy fácilmente.
Como no puedo sacar nada en claro de este empleado, pido
hablar con el encargado, el cual me atiende a partir de ese momento. Le pido
que me diga su nombre y su puesto en Media Markt para poder tomar nota e
incluirlos en la reclamación que estoy a punto de rellenar. Me los dice sin
pensárselo dos veces, parece estar acostumbrado a este tipo de situaciones y
tiene bien aprendido como proceder. Sin embargo la tensión del momento y mi
memoria de pez hacen que al medio minuto haya olvidado lo que me ha dicho, así
que le pido que me confirme el nombre de su puesto (jefe, responsable, gerente,
etc…), a lo que me contesta con desdén: “pon lo que quieras”. El muy
impresentable me deja claro desde el primer momento que no me toma en serio.
Me trata con la prepotencia de quien sabe que sus actos, por muy abusivos que
sean, no van a traerle consecuencias negativas ni a él ni a Media Markt.
Bueno mañana sigo con el resto de la historia...
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